Después de interpretar a la televangelista Tammy Faye Messner, Jessica Chastain ganó su primer Oscar. Ahora, mientras se enfrenta a la estrella del country Tammy Wynette, revela por qué ganar no cambia nada.
Fotografía por GUY AROCH
Dirección de Moda por KATIE MOSSMAN
Palabras de CHRIS WALLACE
El comediante Jon Stewart solía bromear diciendo que la fama en Hollywood es como un club nocturno con salas VIP cada vez más exclusivas, una tras otra, que conducen en última instancia a la cuerda de terciopelo final, más allá de la cual Jack Nicholson se sentó solo, organizando una fiesta solo. Jessica Chastain puede relacionarse, dice, al menos de una manera. Después de ganar el Premio de la Academia a la Mejor Actriz en The Eyes of Tammy Faye a principios de este año, fue a algunas fiestas pero dice: "Las fiestas no son lo mío". A menudo simplemente se sentaba y miraba a la gente, lo que le encanta hacer. “Soy bastante tímida en grupos de personas”, dice ella. En una fiesta en la que se había estacionado en un sofá silencioso durante todo el tiempo, el anfitrión se acercó y le preguntó si podía presentarla a los demás invitados. “Y yo estaba como, estoy bien aquí”, dice ella. "Era tan dulce, y luego dice: 'Hay otra persona que viene a mi fiesta y se sienta exactamente donde estás tú, y nunca se movieron: Jack Nicholson'"
“Me gusta meditar, hacer yoga. Eso para mí es un lujo, porque en mi trabajo es todo lo contrario a la tranquilidad” dice Jessica Chastain.
Esto, por supuesto, es sorprendente ahora, especialmente sabiendo lo profundo que está Chastain en el club de anidamiento de la fama y el poder. Es un puesto que ha estado usando tanto para hacer el tipo de películas que le gustaría ver como para centrar a las mujeres en el tipo de películas que históricamente las han ignorado (como estrellas y como público). Este año finalmente pudimos ver The 355, una película coproducida por Chastain que no se diferencia de los thrillers de acción Taken o John Wick, que crearon segundos actos en auge para estrellas de cine masculinas de mediana edad, aunque The 355 está protagonizada por Chastain, Diane Kruger. , Fan Bingbing, Lupita Nyong'o y Penélope Cruz como superespías. Eso, y ellos, patean mucho trasero, tanto en la pantalla como, como dice Chastain, en las salas de juntas de la vida real detrás de escena. “Tuve la idea [para la película] justo en la época del movimiento MeToo y Time’s Up”, dice Chastain ahora. “Cuando esta industria llevaba años descartando a las mujeres a cierta edad y determinando si eran o no deseables sexualmente, y eran más adornos que artistas. Y yo estaba como, 'Bueno, ¿qué pasa si en realidad son los jefes? ¿Qué pasa si ellos son los que están a cargo de las películas?’ Y al crear la estructura de vender la película y hacer la película, le quité el poder a un tipo sentado en un edificio de oficinas en algún lugar y lo puse en manos del artista. Y en realidad fue algo fácil de hacer. Quiero decir, fue mucho trabajo, pero se pueden hacer más películas así. Y más actores y actrices en particular deberían estar haciendo películas como esa, donde tengan propiedad sobre su trabajo”.
Para ilustrar aún más el punto, menciona el ejemplo de United Artists de Charlie Chaplin, un estudio fundado y propiedad de un cineasta que se convirtió en una fuerza poderosa en la industria, haciendo y vendiendo películas de Chaplin, entre otras. “Tomaron [el poder] y lo pusieron en sus propias manos”, dice Chastain. “Y cualquier tipo de coalición en la que venda derechos extranjeros, entonces usted es el estudio. Tu valor es tu nombre y lo que has hecho. Y ahora eres dueño de él. No has sido solo un técnico a sueldo. Eres un propietario. La compañía de Chastain está presentando Mother's Instinct, un thriller en el que ella y Anne Hathaway coprotagonizan, y la miniserie George & Tammy, en la que ella y Michael Shannon interpretan a los cantantes de música country George Jones y Tammy Wynette. Conocida como la primera dama de la música country, Wynette en su mejor momento tenía el tipo de peinado de cinco pisos de altura y una personalidad masiva que podría haber sido el material del campamento en las películas biográficas de televisión de antaño. Pero sabiendo cuán humana e intensamente Chastain se acercó a la última Tammy de la vida real que había interpretado, creemos que la cantante, más famosa por cantar "Stand By Your Man", está en las mejores manos imaginables. (También es coprotagonista en un relato ficticio del asesino en serie Charles Cullen, interpretado por Eddie Redmayne, en The Good Nurse en Netflix)
The Eyes of Tammy Faye había sido un proyecto apasionante de Chastain durante una década, y su actuación le valió una tercera nominación al Oscar y su primer trofeo a principios de este año. A petición mía, se toma un momento para pensar en ese hecho: que ella es la actual ganadora del Premio de la Academia a la Mejor Actriz. Y rápidamente lo rechaza, lista para volver al trabajo, aunque admite que el premio significa mucho para su familia. “Ganar este año es muy bueno porque mi familia ha trabajado muy duro”, dice. “Me han visto querer hacer esto desde que era un niño pequeño. Y tener ese reconocimiento mundial, especialmente para un proyecto del que obtuve los derechos hace 10 años, fue un gran problema. Pero en términos de mi trayectoria como actriz, realmente no dice: 'Oh, ahora tengo estas nuevas oportunidades'". Todavía recibe los mismos guiones. Ella sigue siendo la niña que quería ser actriz desde que tiene memoria, quien, dice, sintió que estaba en posesión de un exceso de emociones o una facilidad para acceder a ellas. Y me gusta imaginarla como una estudiante de primaria bajo el brillo dorado del sol de California, reuniendo a sus compañeros de escuela de la infancia para realizar actuaciones...
Chastain creció en Sacramento. Ella caracteriza su infancia como “dura” y luego dice: “Éramos muy pobres”. Ella no da más detalles, y la forma en que no habla parece hablar muy alto. Se ha mencionado que ella y su difunto padre estaban distanciados, que ella, sus hermanos y su madre luchaban por comprar comida y que perdió a alguien hace casi dos décadas, así que tal vez no sea necesario decir más. Habla con asombro sobre lo difícil que debe haber sido para su madre y dice que está increíblemente agradecida por las experiencias que ha tenido, por la perspectiva que le ha dado su vida. Nos preguntamos en voz alta acerca de cómo su vida temprana pudo haberla moldeado, tanto como persona como artista, afinando su instrumento. Y la forma en que lo describe, su infancia, la austeridad y los desafíos y sus sentimientos de aislamiento entonces, dice, la hicieron muy sensible a la energía de otras personas, como lo sería usted si otros representaran amenazas potenciales. Al igual que un empático o un actor, es muy absorbente de la energía de otras personas. Y, dice, "Creo que la porosidad proviene de una sensación de... Entro en una habitación e inmediatamente digo: '¿Hay algún elemento de peligro en esta habitación?'".
“Cuando esta industria había estado descartando a las mujeres a cierta edad, yo estaba como, ‘Bueno, ¿qué pasa si en realidad son las jefas?’”.
Chastain recuerda un momento temprano en su vida cuando vivía en Santa Mónica, cerca de Third Street Promenade, cuando sintió tan intensamente su emoción por el trabajo de actuación, cuánto quería ganarse la vida haciéndolo, en el escenario y la p
antalla. Y habla de volver allí tiempo después, cuando apenas podía andar por la calle sin que la reconocieran, y plantarse frente al edificio que alguna vez llamó hogar. Podía sentir todos los sentimientos regresar rápidamente. Hay una mezcla maravillosa de humildad y orgullo cuando cuenta esta historia, una niña de California que se hizo buena. Muy, muy bien.
Chastain vive en Nueva York con su esposo, Gian Luca Passi de Preposulo, un ejecutivo de moda italiano (y conde italiano). Ella ha llamado a la ciudad su hogar desde que ganó la beca financiada por Robin Williams para Juilliard, donde se hizo amiga, entre otros, de su colaborador frecuente y coprotagonista del clip viral Oscar Isaac. Cuando Chastain regresa al Estado Dorado, es principalmente a Los Ángeles para trabajar y a las montañas circundantes para relajarse. “Soy una gran fanática de los spas”, dice, “y me encanta el senderismo”. Ha pasado tiempo en The Ranch Malibu, un retiro de bienestar, y también le encanta el spa de salud Lanserhof en Austria. “Me encanta la tranquilidad”, dice. “Me gusta meditar, hacer yoga. Eso para mí es un lujo, porque en mi trabajo es todo lo contrario a la tranquilidad. Es un caos”.
Entrevista traducida por: Elena
Entrevista Original: https://magazinec.com/style/jessica-chastains-long-game/
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