Jessica Chastain: "Nunca me enfadaré con una mujer por hacer lo que tiene que hacer para sobrevivir"
Escapó de una infancia difícil para convertirse en una estrella ganadora de un Oscar. Ahora tiene la misión de rescatar a la cantante de country Tammy Wynette de décadas de rechazo feminista. Por Emma Brockes.
Hay una escena en George & Tammy, una nueva serie biográfica de seis partes sobre la cantante de country Tammy Wynette, en la que Jessica Chastain tiene que actuar en el escenario ante una multitud de jóvenes extras. La canción es Run, Woman, Run, un estándar de 1970 en el que Wynette, en su estilo habitual, exhorta a las mujeres a dejar de ser tan exigentes y ponerse a trabajar con cualquier hombre que las quiera. O, como dice Chastain: "Básicamente, no vas a encontrar a nadie más, así que vuelve con tu hombre".
Chastain y yo estamos en un club privado para miembros en el piso 100 de un rascacielos de Manhattan, con vista a Central Park. Ella está toda de rosa: chaqueta bomber rosa, camisa rosa, anteojos rosas, su mechón de pelo rojo como un anuncio de champú contra su cara blanca como el papel. Chastain vive en Nueva York con su marido, Gian Luca Passi de Preposulo, un aristócrata italiano que trabaja en la moda, y sus dos hijas, decisión que relaciona con su necesidad de “estímulo. Yo también tengo un lugar en el campo, porque a veces tengo que liberarme. Pero los museos, el teatro, cojo el metro, yo...
“¿Tomas el metro?”
"Todo el tiempo. Me puse una máscara. La gente me reconoce a veces, es el pelo rojo, pero…” En Los Ángeles, su vida sería “cómoda y acogedora”, pero como su trabajo “no es acogedor”, como todo proyecto, a excepción de X-Men, exige. que ella sea "despertada de una nueva manera, y encuentre nuevas cosas dentro de mí" - Nueva York lo es.
Hay una simpatía optimista en Chastain que la convierte en una compañía fácil. Ella también mantiene un límite estricto en torno a su privacidad que se registra, durante nuestra conversación, con un pequeño pero perceptible retiro a medida que uno se acerca a la línea. Chastain fue criada en California por su abuela junto con su muy joven madre, en un hogar interrumpido por la pobreza ocasional y, según los comentarios que hizo a una revista en 2016, la muerte de su hermana menor cuando Chastain tenía poco más de 20 años. Cosas de las que rara vez habla en público. Sobre la base de nuestra entrevista, la palabra que usaría para ella, y lo digo como un cumplido, es pedernal. Se necesita cierta dureza para pronunciar las palabras: “Siempre pensé que no era una persona inteligente”, como hace en relación con su adolescencia, o estudiar críticas para ver por qué ciertas películas han tenido un rendimiento inferior. A principios de este año, ganó el Oscar a la mejor actriz por su interpretación de la evangelista televisiva Tammy Faye Bakker; ella es brillante junto a Eddie Redmayne en el actual éxito de crímenes reales de Netflix The Good Nurse; y se está preparando para aparecer el próximo año en Broadway en Casa de muñecas de Ibsen. Sin embargo, sientes en ella un impulso elemental consistente con partes anteriores y menos seguras de su vida cuando estaba en una "misión": convertirse en actriz, sin duda, pero más ampliamente para escapar de un comienzo difícil obstaculizado por la tristeza y la falta de confianza. privilegio.
Como era de esperar, tal vez, dada la improbabilidad de su propio viaje, Chastain está interesada en el heroísmo: en qué historias entran en esa categoría y quién puede ser llamado héroe, y por qué. Fue Josh Brolin quien le sugirió por primera vez que interpretara a Tammy Wynette, hace más de 10 años, cuando recién comenzaba a hacerse famosa (Brolin estaba originalmente programado para interpretar a George Jones y ahora es productor ejecutivo). En un período de 12 meses, Chastain había aparecido en seis películas, incluidas The Help y The Tree of Life de Terrence Malick (a la película que la hizo famosa, Zero Dark Thirty, todavía le faltaba un año para su estreno) y a Wynette no le interesó su. En una lectura superficial, la cantante de country parecía una figura poco inspiradora cuya imagen nunca se había recuperado por completo de ser comparada con un felpudo por Hillary Clinton. Sin embargo, a lo largo de los años, a medida que Chastain buscaba papeles más complicados que los que le ofrecían, su opinión cambió. Se dio cuenta de que el hecho es que los felpudos no suelen vender 30 millones de discos. “Miras a alguien como Loretta Lynn, a quien amo, amo a Coal Miner's Daughter, y estuvo casada con el mismo hombre toda su vida y era lo que la gente realmente necesitaba que fueran las mujeres en ese momento, así que ella cantó sobre todos. estas cosas progresivas. Como 'No vuelvas a casa bebiendo con el amor en mente', que es un mensaje muy fuerte...
“ – contra la violación marital – ”
"¡Exactamente! ¡Santo cielo! Y pudo hacerlo porque fue aceptada por lo que era: una buena mujer casada con su marido durante mucho tiempo. Pero Tammy Wynette era de un hogar roto, tenía múltiples matrimonios, y había algo tan desagradable en eso, que tuvo que cantar sobre Stand-by-your-man”.
"Yo era una niña repugnante: comía cáscaras de plátano en los comedores para que los niños me notaran"
Wynette había sido internada en una institución cuando era joven y le quitaron brevemente a sus hijos. Ella estuvo, en un momento dado, a unos pocos pasos en falso de pasar desapercibida, una situación por la que Chastain siente una enorme simpatía. La prisa por juzgar no ha disminuido exactamente en los últimos 40 años y Chastain sigue obstinadamente renuente a criticar a otras mujeres por decisiones que, en retrospectiva, parecen políticamente dudosas. “Es complicado”, dice ella. “Incluso ahora, con #MeToo, la gente dirá: '¿Estás enojado con esta actriz, que habló en apoyo de esta persona?'”. Esta es una referencia codificada a las mujeres en Hollywood que se considera que han colaborado con hombres posteriormente expuestos abusadores Chastain no los juzgará. “Nunca me enojaré con una mujer por tener que hacer lo que tenía que hacer para mantenerse y sobrevivir, porque está jugando con reglas diferentes a las de los hombres”.
Para rescatar a Wynette de su imagen unidimensional, Chastain hizo lo que le gusta hacer: indagó en los datos y descubrió, entre otras cosas, una discrepancia entre el primer borrador de la letra de Stand By Your Man, escrita por Billy Sherrill, y la versión final, que, después de la edición de Wynette, centró la experiencia de la mujer sobre la del hombre. Su enfoque aquí fue típico. Chastain es un método límite en su preparación para un papel. Fue revelador, a principios de este año, cuando intervino para defender a su amigo, el actor Jeremy Strong, después de que apareciera en un perfil en el New Yorker y fuera ridiculizado por ser increíblemente pretencioso. Chastain aplaudió en Twitter, compartiendo un artículo titulado "¿Por qué atacarlo por tomarse su trabajo tan en serio?" Las actrices, quizás, no son alentadas a considerarse artistas de la misma manera que los hombres, pero Chastain se toma a sí misma tan en serio como Strong, aunque con un poco más de encanto.
Es su creencia, por ejemplo, que cualquier papel que valga la pena desempeñar “tiene que costar algo. No, como X-Men. Si hago algo así, no parece que haya un costo. Pero si estoy haciendo otra cosa, me quita algo. No es una cosa gratis. Y es complicado porque normalmente las cosas que cuestan más son las que te celebran, las que son más dolorosas”. Por el contrario, dice, "aquellas en las que dices, necesito un descanso, ¿puedo hacer algo fácil y divertido?" son los proyectos en los que “la audiencia dice, mmmm, no lo estamos comprando”. (Un ejemplo de esto sería la comedia de espías The 355, protagonizada por Chastain, Penélope Cruz y Lupita Nyong'o, que fracasó a principios de este año).
Una de las películas psicológicamente más costosas de Chastain fue Zero Dark Thirty, dirigida en 2012 por Kathryn Bigelow y que, después de que Chastain ganara una nominación al Oscar por su papel como la analista de la CIA que persigue a Osama Bin Laden, la convirtió de exitosa actriz en activo a estrella de cine. “Realmente me sumerjo en las cosas”, dice ella. “Puse fotos de todos los terroristas en las paredes de las habitaciones del hotel. No sé si podría hacer Zero Dark Thirty ahora. Ya sabes, paz, me voy a ir por dos meses a Chandigarh, India y Jordania, y estaba… loca en esa película”. Si capta un fotograma de eso ahora, la sorprende. “Veo un clip y pienso: estoy teniendo un colapso mental”. Se ríe, pero fue duro y se sintió muy sola durante el rodaje. “Estaba realmente sola”.
El salto imaginativo más grande que dio Jessica Chastain no estuvo relacionado con un papel. Fue la decisión que tomó en su adolescencia de solicitar un lugar en Juilliard, la escuela de actuación ferozmente competitiva en Nueva York. La casa de su infancia en Sacramento, en el norte de California, no era una en la que aparecían universidades de artes escénicas de lujo. Ni su madre ni su abuela, quienes tuvieron sus primeros hijos a los 17 años, habían ido a la universidad. Su padre no estaba en la foto. La cuestión de cómo Chastain imaginó un futuro para sí misma sin el respaldo de la evidencia de las personas que la rodeaban sigue siendo profundamente impresionante. Fue, dice, un caso de “cuando lo ves, puedes serlo”. Chastain tomó el único ejemplo de un amigo que se postuló para Juilliard, lo miró y pensó: "No creo que seamos tan diferentes en el nivel de habilidad", y corrió con él hasta Nueva York.
Aún así, las probabilidades no estaban a su favor. “Siempre había pensado que no era una persona inteligente porque me iba mal en la escuela”, dice. Esto era en parte una cuestión de temperamento: “Era una niña desagradable porque no recibía la atención adecuada. Haría cosas como comer cáscaras de plátano en los comedores para que los niños me notaran”. También hubo una falta de participación de los padres. “No era bueno con la tarea porque miraba televisión, telenovelas, todo el día cuando llegaba a casa”
Su vida hogareña se complicó aún más por lo que se ha referido como la adicción a las drogas de una hermana menor que, dijo la actriz en una entrevista en 2014, se quitó la vida cuando Chastain tenía 20 años. Chastain comenzó a dormir fuera de la escuela. Pero fue aquí donde surgió una idiosincrasia. Mientras otros desertores andaban por ahí "fumando o durmiendo", Chastain (esta historia sonaría dorada, pero es tan sincera que hacia el final empieza a llorar) sentada en su automóvil leyendo a Shakespeare.
Espera, ¿qué?
Ella ríe. “Estaba en la escuela secundaria y había un viaje al festival de Shakespeare de Oregón y vi a Marco Barricelli interpretar a Ricardo III. Y... algo se abrió dentro de mí. Era lo más extraño, que pudiera estar tan conmovido. Estaba muy enamorada de ese actor”
¿Qué edad tenías?
“¿Quizás 15? Me obsesioné con Shakespeare. Mi abuela acababa de comprar estos libros ornamentales: le gustaba el diseño y estos libros no estaban destinados a ser leídos. Simplemente se sentaron en el estante para verse bien. Y una era las obras completas de Shakespeare. Todavía lo tengo. Para mí es muy sentimental”.
¿Qué hizo por ti? ¿Fue la poesía?
“Sí, era algo sobre el ritmo y cómo alimentaba la emoción”. También amaba a los personajes. Más tarde, cuando se unió a un grupo de teatro local, “llegué a interpretar a Julieta dos veces; es mi parte favorita. Romeo está un poco débil, pero Julieta le dice al fraile, te casaste con nosotros, es tu culpa y si no lo arreglas me voy a suicidar y eso también será tu culpa. ¡Hacer algo! Y Romeo es solo un fideo húmedo. Algo se abrió en mí; Yo quería hacerlo." Era la primera vez que consideraba la posibilidad de actuar y rápidamente se convirtió en una obsesión.
También fue un refugio. Chastain admitirá que aquellas tardes pasadas en el aparcamiento leyendo a Shakespeare fueron un escape de una situación caótica en casa. Las palabras la calmaron. “Sentí que alguien me entendía de una manera diferente”. Para nuestra mutua sorpresa, ella empieza a llorar. “Puedo emocionarme al hablar de eso. Es como un..." Ella mira hacia otro lado, los ojos brillantes por las lágrimas, y su voz se tambalea. “Es como si no te estuvieran viendo. Entonces, de repente, alguien que estaba vivo hace años te ve”. De hecho, sería el chico que interpretó a Romeo para su Julieta quien ingresó a Juilliard, lo que inspiró a Chastain a postularse. Lo gracioso es que, visto en el contexto de la crianza competitiva de Manhattan, tener un hijo que ame a Shakespeare es el sueño.
“Bueno, es divertido porque yo era esa niña, pero también abandoné la escuela secundaria. En mi familia, nadie me detuvo, nadie dijo, no puedes ser actriz. Pero estoy segura de que preferirían que me enamorara de ser dentista”.
¿Les pareció muy caprichosa?
"Sí. Pero mi hermana estaba teniendo muchas dificultades y todos estaban muy estresados. Así que el foco estaba en eso. Cuando no me gradué, nadie se dio cuenta”.
Woah, ¿de verdad?
"Sí. Ni siquiera fue una conversación de, 'Uh, ¿vamos a tu graduación?' Nada". Ella ríe.
En parte debido a sus antecedentes, Chastain enfatiza el derecho de una mujer a elegir cuándo o si tener hijos. “El problema es que mi mamá, mi abuela y todas las mujeres de mi familia quedaron embarazadas cuando tenían 17 años, porque nunca les dieron esa opción”, dice. “El control de la natalidad es caro. Y no podían confiar en que los hombres hicieran su parte, que fueran responsables. Entonces, es muy importante para mí que las mujeres tengan acceso a anticonceptivos y libertad al respecto. Porque sé que mucha gente se asusta cuando las mujeres deciden no tener hijos. ¡Pero creo que eso es genial!” Más tarde, su madre tuvo dos hijos más con el padrastro de Chastain: "Hay casi 20 años entre mi hermano menor y yo". Mientras tanto, Chastain esperó hasta tener más de 40 años para tener a sus hijos, un hijo y una hija que aún tienen menos de cinco años.
A todos nos han contado la historia del hombre desde que éramos niños. Hace que sea realmente importante publicar más historias sobre mujeres.
Su perspectiva y determinación están claramente influenciadas por estas primeras experiencias. Pero a Chastain le tomó un tiempo encontrar su lugar después de mudarse a Nueva York. La alegría de ingresar a Juilliard se vio socavada casi de inmediato por una ansiedad constante de que la echarían. Era un ambiente difícil: cualquier estudiante que se considerara que no estaba a la altura sería puesto en libertad condicional y correría el riesgo de perder su lugar. Se celebraban conferencias periódicas con los tutores, dice, “en las que entrabas y básicamente te decían lo que te pasa”.
¿Qué pasó contigo?
“Me dijeron en mi primer año que tenía que dejar de tratar de complacer a todos”, dice Chastain. “Me dijeron: ‘Sonríes demasiado. Esa es tu muleta. Cuando estás actuando, estás sonriendo demasiado, estás tratando de ser encantador'. ¿No es eso interesante? Creo que es cosa de mujeres. Mi voz también estaba más aguda, era como aquí para no intimidar. Es tan diferente ahora”. Los tutores le aconsejaron que cortara todo esto. “Casi te quieren, lo siento, voy a maldecir por un segundo, pero casi quieren que no te importe un carajo. Porque entonces eres libre.
Habría otros obstáculos, aunque ninguno relacionado con su cabello rojo, que es menos comentado en los Estados Unidos que en Inglaterra. (La primera vez que Chastain estuvo en Inglaterra, antes de ser famosa, dice: "La gente me gritaba '¡Ginger!' en la calle". ¿Los hombres, presumiblemente? "¡Sí! ¡'Ginger!
Después de graduarse, se abrió camino a través de papeles en ER y Law and Order. A medida que comenzó a ganar papeles más importantes, en particular en The Tree of Life y el thriller Take Shelter, las limitaciones de su industria se hicieron más evidentes. Ella cree que Hollywood no solo carece de imaginación sino que es "anti-imaginativo", particularmente cuando se trata de actrices. “Empecé a recibir todas estas ofertas para, como, la esposa. O la mujer que dice: '¡Tengo miedo por ti, quédate en casa conmigo! ¡No vayas a hacer eso valiente!’”. Dadas las dificultades que había tenido que enfrentar para llegar allí, Chastain se inclinó a hacer lo valiente. Hizo una película llamada Mama - "Esta película de terror, esta cosa contra la madre" - y "Luego hice Zero Dark Thirty, y no había ningún hombre en su vida excepto Bin Laden". Ella ríe. Tenía treinta y tantos años cuando se estrenó esa película, un descanso relativamente tardío para un actor, que también amplió su perspectiva. “Había observado la industria durante mucho tiempo. Obtener éxito más tarde significa que pude estudiarlo, particularmente lo que hacen con las actrices, y no quería que me hicieran eso”.
Desde entonces, Chastain ha aparecido en películas de todo tipo, desde comedias tontas hasta una franquicia de superhéroes y el papel que interpreta en The Good Nurse, una representación tranquila e impresionante de una mujer que intenta proteger a sus pacientes de un asesino en serie. Ha desarrollado intereses fuera del mundo del espectáculo, invirtiendo, junto con Natalie Portman, Eva Longoria y Jennifer Garner, en Angel FC, el equipo de fútbol femenino con sede en Los Ángeles, y un compromiso que Chastain ve como un gesto de hermana, así como un negocio sólido. (Las cifras de audiencia del fútbol femenino en los EE. UU. aumentan cada año).
Cuando los proyectos no aterrizan, tiende a ser curiosa en lugar de defensiva. En 2017, Chastain apareció en The Zookeeper's Wife como un cuidador de zoológico polaco que escondía a refugiados judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando no funcionó, emprendió un proyecto de investigación informal, revisando cada reseña de Rotten Tomatoes y clasificando las respuestas en revisores masculinos y femeninos. “Me gusta la investigación. Así que hice dos gráficos en papel y me di cuenta de que todas las mujeres calificaron la película como un 90 %. Y los hombres calificaron la película con un 60% o menos. Lo cual es una gran diferencia. Y luego pensé, bueno, ¿cuántas mujeres y cuántos hombres están reseñando la película? Y fue algo así como el 85% de los revisores eran hombres. Entonces, si a las mujeres les encanta la película, los ho
mbres son regulares y la mayoría de los críticos son hombres, ¿a quién tenemos que decirle al mundo que la historia es importante? Quería ampliar la comprensión de lo que es ser un héroe. “Todos hemos sido alimentados con la importancia de la historia del hombre, el viaje masculino, desde que éramos niños. Las mujeres están abiertas a ese punto de vista. Pero hace que sea realmente importante publicar más historias sobre mujeres. Paso mi vida laboral tratando de sacar a la luz a la mujer heroica, incluso si no lo es, quiero decir, Miss Sloane [una película que hizo en 2016 sobre un cabildero político despiadado] no era una buena persona. Pero quiero que la gente vea a las mujeres de una forma que no suelen ver”
Tammy Faye Bakker no era, estrictamente hablando, una persona "agradable", ni Tammy Wynette. Para Chastain, el papel interesante es el que se encuentra más allá del ámbito de lo que se considera respetable, el personaje que es tan propenso a ser atacado por otras mujeres como por hombres. Ella nunca descubrió cómo disminuir el costo. “Es doloroso”, dice ella. Pero si la alternativa es dejar que su voz suba demasiado, sonreír demasiado y perderse todo lo bueno, ella sabe qué modo prefiere. “Con cualquier cosa, música, pintura, no puede ser fácil, porque entonces es aburrido. ¿Qué estás haciendo? Es agua estancada.
ENTREVISTA TRADUCIDA POR: Elena
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